El Pozo

El Pozo fue un centro clandestino de detención utilizado por la dictadura militar argentina desde 1976 hasta 1979. Se encuentra en Rosario, en una esquina del gran edificio que servía de cuartel general de la policía provincial en la zona y que ahora es la sede de la delegación sur del gobierno de Santa Fe. Lo que ha quedado del Pozo es hoy el Centro Popular de la Memoria, un espacio para la memoria histórica.

Entre 1976 y 1983 la dictadura hizo «desaparecer» a más de diez mil personas, como mínimo; muchos organismos de derechos humanos creen que fueron alrededor de treinta mil. Los detenidos eran llevados a centros de detención y allí muchos eran torturados y luego asesinados. En Rosario y su zona «desaparecieron» 350 personas, relativamente pocas en relación con su población comparadas con otras partes del país, pero una menor proporción de estos detenidos fueron liberados finalmente. El Pozo era el principal centro de detención ilegal. Lo manejaba Agustín Feced, jefe de la Unidad Regional II de la Policía de Santa Fe y mano derecha del General Ramón Camps.

3 respuestas to “El Pozo”

  1. Silencio y terror « Vista Rosario Says:

    […] que uno ve en Rosario, mucho menos si va de paseo o haciendo turismo. Es el interior de un antiguo centro de detención ilegal, usado durante los primeros tres años de la última dictadura militar (es decir, desde 1976 hasta […]

  2. Carloncho Aviani Says:

    yo estuve secuestrado , en el pazo de DORREGO , en el año 1980 , junto con 18 compañeros de la fabrica ARGENTAL sa de granaderos , Y SIEMPRE ME PREGUNTO EL POR QUE DE ESA FECHA MENTIROSA QUE ES DESDE 1976 AL 1979 , SI NOSOTROS ESTUVIMOS SECUESTRADOS EN EL AÑO 1980 , QUE ES LO QUE SE QUIERE OCULTAR CON ESTA MENTIRA
    , NOS SECUESTRO POLICIAS DE LA PROVINCIA Y MILITARES QUEDANDO A DIPOCICION DEL PEN

  3. Carloncho Aviani Says:

    EN NOVIEMBRE DE 2014 UN JUEZ DE ROSARIO SERTIFICO QUE YO ESTUVE SECUESTRADO EN ESE LUGAR , LOS REGISTROS DE LA EPOCA NO SE ENCUENTRAN , PERO APARECIERON DENUNCIAS HECHAS POR MI ESPOSA DE MI SECUESTRO EN DERECHOS HUMANOS DE BUENOS AIRES

Deja un comentario